¿Te has fijado en cuántas mujeres se quejan de su
apariencia? Algunas se lamentan porque tienen el cabello rizado y lo quieren
liso, mientras que otras, lisas ellas, sueñan con tener largos rizos. Están las
delgadas que quieren ganar kilos y las gorditas que quieren perderlos. La morena
quiere ser más blanca, mientras que la blanca se siente realizada cuando logra
broncearse.
En el mundo contemporáneo pocas mujeres se
sienten contentas con lo que les dio la naturaleza y muchas recurren a
cirugías, tratamientos, dietas, estilistas, gimnasios, esteticistas y a cuanta
técnica, truco o recurso esté a su alcance para poder sonreír satisfechas cuando
se miran en el espejo.
¿Por qué somos así? Una de las razones de esa
insatisfacción son los estereotipos de belleza que, en el último siglo, han impuesto
la publicidad y el mundo del espectáculo. La mayoría, mujeres de cuerpos
esbeltos, tonificados, sensuales, dueñas de rostros hermosos y con pieles
perfectas. Por fortuna, esa imposición, que en la última década ha sido en
buena medida creada o “maquillada” por el photoshop, se está derrumbando.
Hace 100 años, el tipo ideal de belleza femenina
era muy diferente al que se tuvo a finales del siglo XX. En 1912, el periódico
The New York Times publicó un artículo sobre Elsie Rebecca Sheel, una joven de
24 años considerada la mujer perfecta. Sus medidas estaban lejos de los famosos
90-60-90 que tanto se publicitan en los reinados de belleza. Las medidas de Elsie
Rebecca eran 89-76-101 y pesaba 77 kilos. Tenía las mismas proporciones de la diosa
Venus inmortalizada por Milo en una de las esculturas más famosas del mundo.
Rebecca Sheel,
la belleza perfecta en 1912, según el periódico The New York Times. (Tomada
de http://www.lun.com/lunmobile//Pages/NewsDetailMobile.aspx?dt=2012-12-30&PaginaId=9&SupplementId=0&bodyid=0&IsNPHR=1.
Editada).
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Con el crecimiento de las industrias del espectáculo
y la moda durante el siglo pasado, el prototipo de belleza comenzó a cambiar rápidamente
de una década a otra, teniendo como referentes a las estrellas femeninas del
momento.
En la actualidad, ¡por fin!, se están rompiendo
los moldes y día tras día crece el número de mujeres que se aceptan como son:
con sus “imperfecciones”, con sus medidas, con las características propias de
su etnia o raza. Mujeres altas o bajitas; delgadas o rellenitas; de piel
blanca, trigueña o negra; de ojos verdes, azules o café; mujeres de cabelleras
rizadas o lisas. Mujeres que han descubierto que, al fin y al cabo, lo que verdaderamente
importa es la actitud positiva frente a la vida.
Si aún no te has convencido de que en asuntos
de belleza las cosas están cambiando, observa esta fotografía del calendario 2014
de una marca de vestidos de baño diseñados para todas las tallas:
Las industrias de la moda y la belleza nos dan
gusto a todas. Nos dan las plataformas para aumentar la estatura; los diseños
que nos quitan o nos agregan kilitos; los tratamientos para nutrir y mantener
sano el cabello; las cremas para humectar, nutrir y reafirmar la piel; los
cosméticos que corrigen los detallitos que queremos ocultar; los maquillajes
que resaltan las fortalezas de nuestro rostro; las fragancias que nos hacen
inolvidables y los accesorios que nos adornan. Combinar eso con una buena
actitud frente a la vida es la mejor fórmula para tener siempre a mano una
sonrisa que deslumbre al mundo.